Es el Taekwondo un arte marcial?
- Guillermo Andrés Sáez Abello
- hace 2 días
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Autor: Guillermo Saez
Una mirada critica desde la etimología, la historia y la filosofía del arte.
Uno de los debates que he sostenido con frecuencia —y que suele generar ciertas resistencias, especialmente en círculos tradicionalistas— es el siguiente: desde una perspectiva etimológica, filosófica e histórica, el Taekwondo no puede ser considerado un arte marcial.
Este argumento no pretende desacreditar la práctica del Taekwondo, sino revisar críticamente el uso de términos que, por repetición cultural o tradición institucional, se han vuelto dogmáticos. Muchos instructores tienden a reproducir conceptos como "arte marcial" sin cuestionar su origen, contenido ni coherencia con las prácticas actuales. En este artículo explico por qué sostengo que el Taekwondo no es, en sentido estricto, un arte marcial.
1. ¿Qué entendemos por "arte"?
La palabra arte proviene del latín ars, artis, que significa habilidad, destreza o técnica, y está emparentada con el término griego techné, referido a la capacidad humana de crear algo con intención, belleza y sentido. En su origen, el arte no se refería solo a lo estético, sino a una acción creadora con propósito trascendente.
Desde la filosofía clásica hasta hoy, varios pensadores han definido el arte como un camino hacia lo bello, lo bueno y lo verdadero, atributos relacionados profundamente con lo divino:
Platón (427–347 a.C.) afirmaba que el arte debía reflejar los ideales eternos: "El arte verdadero eleva el alma hacia lo bello y lo justo."
Jacques Maritain (1882–1973) sostenía que el arte es "una creación racional y espiritual, guiada por la razón y conectada con la belleza, el bien y Dios" (Maritain, Arte y escolástica).
Paul Tillich (1886–1965) vinculaba el arte con lo sagrado: "El arte verdadero revela el sentido último de la existencia: lo sagrado."
Alejandro Llano (1943–) afirma que "el arte es creatividad espiritual que busca el esplendor de la verdad y el bien."
Estas definiciones coinciden en un punto esencial: el arte no se basa en la repetición, ni en la violencia, sino en una forma de expresión creativa, pacífica y elevada. Por tanto, etiquetar como “arte” a prácticas estructuradas para el combate (incluso si son estéticamente presentadas) resulta conceptualmente contradictorio.
2. Etimología y sentido del término “marcial”
El término marcial proviene del latín martialis, que significa “relativo a Marte”, el dios romano de la guerra. El sufijo -ialis denota pertenencia, por lo que “marcial” implica lo que pertenece o está asociado al dios de la guerra (Mars, Martis). Desde el siglo I d.C., con figuras como Marco Valerio Marcial, el término se ha usado con connotaciones bélicas.
Así, lo marcial está profundamente enraizado en el conflicto, la violencia estructurada, la disciplina militar y la acción bélica. En consecuencia, unir el concepto de “arte” (creación espiritual hacia el bien) con “marcial” (violencia organizada para el combate) es una contradicción filosófica y semántica.
3. La evolución contemporánea del concepto de arte
Durante la Edad Contemporánea, el concepto de arte ha evolucionado notablemente, alejándose incluso de lo meramente estético:
Clive Bell (1881–1964): el arte es “la expresión de una forma significativa”, valorando la experiencia estética por sobre el objeto.
Theodor Adorno (1903–1969): el arte es una “forma de resistencia y crítica social” que refleja tensiones del sistema.
Arthur Danto (1924–2013): “El arte es aquello que el mundo del arte define como tal”, dentro de un contexto cultural e institucional.
Nicolas Bourriaud (1965–): define el arte contemporáneo como una práctica relacional, generadora de diálogos y experiencias humanas.
Estas definiciones muestran que el arte actual va mucho más allá de la técnica o la belleza formal. Aun así, en ninguno de estos enfoques se legitima como arte algo que tenga como fin primario el daño, el control o la victoria sobre otro. Lo marcial, por definición, se distancia de estos valores.
4. ¿Y entonces el Taekwondo?
Desde una mirada histórica y conceptual rigurosa, el Taekwondo es una práctica deportiva, técnica y cultural. Puede contener elementos simbólicos, éticos o estéticos, pero su estructura, especialmente en su forma moderna (desde la fundación de la WTF en 1973), responde a fines competitivos, reglados y sistematizados, no a la creación libre ni a la expresión espiritual como las definiciones de arte señalan.
Aunque en la actualidad se le denomine "arte marcial", esto responde más a una convención cultural posmoderna que a una verdad histórica, semántica o filosófica. En el contexto actual, donde incluso se puede “ser mujer con barba y pecho masculino” por autodefinición cultural, también se puede llamar “arte marcial” a algo que no lo es, pero ello no lo convierte en verdadero arte marcial.
Conclusión
Llamar “arte marcial” al Taekwondo es una construcción cultural moderna, no una afirmación válida desde la filosofía, la etimología ni la historia del arte. Si deseamos que nuestras prácticas sean comprendidas con precisión y respeto, debemos usar el lenguaje de forma rigurosa. El Taekwondo es una disciplina física, deportiva y cultural que puede inspirar virtudes, pero no es, en sentido estricto, ni arte ni marcial en la profundidad de estos términos.
Referencias
Platón. La República. Siglo IV a.C.
Maritain, J. (1935). Arte y escolástica. Editorial Encuentro.
Tillich, P. (1959). Teología de la cultura. Ediciones Sígueme.
Llano, A. (1993). La vida lograda. Ediciones Rialp.
Bell, C. (1914). Art. Chatto & Windus.
Adorno, T. (1970). Teoría estética. Akal.
Danto, A. (1964). The Artworld. Journal of Philosophy.
Bourriaud, N. (2002). Estética relacional. Adriana Hidalgo Editora.
Diccionario de la lengua latina y griega. Oxford Latin Dictionary.
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